Una vez alguien, frente a un mapa del mundo entero, se tapó los ojos con una mano y empezó a deslizar el índice de la otra sobre países, mares, montañas… uff, que vastedad este planeta! ..Solo cuando, no la mente, si no que el corazón se lo sugirió, dejó de hacerlo, para descubrir que lo había dejado sobre la costa norte de Honduras.
Por alguna razón su dedo había quedado entre los dos extremos de una bahía que al solo verle la silueta se le podían imaginar sus cualidades y que este no era cualquier lugar, no señor, se entendía que allí debían haber muchas cosas que podían hacer enamorar a cualquiera que se atreviera en irlo a conocer…
La Bahía de Tela es cuna de bellezas naturales, de un sin números de ecosistemas, de panoramas de pinturas, de un clima y un ambiente de una calidez así tan confortable, de fragmentos de historia únicos… fue tierra y mar de piratas, un tiempo, luego capital de la más imponente y extensa región de producción y distribución de banano del mundo, todavía hoy es hogar principal de la más que bicentenaria y fascinante cultura de los descendientes africanos que pueblan sus costas, los Garífunas …no termina aquí el listado pero no podemos extendernos demasiado, por ahora…
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